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Bienvenidos a la noche vacía, diáfana como un sueño y pesada como el pecado... confusión entre vida y muerte
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domingo, 7 de julio de 2013

Pensar en el amor





Pensar en el amor, es como pensar en ti,
pero sin nombre.
Es ponerse la mano en el pecho, traspasar 
la piel y apretar ese tumulto de carne.
Sentir enrojecerse las mejillas, sudar el cuerpo,
y de los ojos, dejar escapar al sol.

Pensar en el amor es hacer un hueco entre los brazos
y cambiar el aire por carne,
dejar que la nariz se quiebre tras su aroma.
Ni dolores, ni cansancio.
Así pueden correr las madrugadas,
así pueden morirse los años.

Es mirar hacia los árboles y acariciar
un rostro sin piel.
Moverse por el viento sin consciencia
de los kilos que uno tiene de más.
Estirar la mirada cerrando los ojos.
Rodarse por la luna llena, robándole la luz.



Pensar  en el amor, es pensar en tus senos
sin culpa ni pecado, con vida,  con deseo, y
nunca empalagarse de la miel que siempre
han prometido.

Como puñal y beso es el amor;
entrando por la piel y depositándose en el alma.
Cortes finos, indoloros. Fuego eterno
que ilumina la mirada.

Es la noche fría, sin frío.
La caricia perfecta, las manos agudas.
El cuerpo tibio y relajado, dormido en
el primer plano de la realidad.

Pensar en el amor es sentirlo y es vivirlo,
lo demás, son meras ilusiones de este mundo.
Pensar en el amor es atreverse; es llamarlo
Sonia y acariciarlo cada noche.


2 comentarios:

  1. Pensar en el amor es, pronunciar tu nombre y sentirme en las nubes, es sentirme segura en tus brazos, es disfrutar cada segundo a tu lado. Te amo. P. D. No soy poeta, lo único que es que siento morir si no estas a mi lado, gracias por el hermoso fin de semana. Att. Tu princesa (Sonia)

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