Bienvenidos

Bienvenidos a la noche vacía, diáfana como un sueño y pesada como el pecado... confusión entre vida y muerte
...

sábado, 26 de noviembre de 2011

Tutti Frutti

Me has prometido un beso de cereza
pero en lunes te saben a limón.
Cada día hay un nuevo aroma,
nuevo también el sabor.

Quiero un beso en jueves
mientras cae la lluvia afuera
y uno el domingo para cuando
se acaben el futbol y la cerveza.

Quiero un beso tuyo cada día,
empezando por el martes
que sepa a miel o que esté salado,
que sea eterno o que dure sólo dos minutos.

Quiero un beso tuyo,
que sea el primero o el único.
No importa el sabor,
me ocuparé más en saber
qué se siente besarte...
 

Lunita



Luna de pétalos plateados,
con tu vestido blanco
y tu sonrisa transparente,
conviértete en mi amante,
decídete a quedarte.

Luna ciega, luna herida,
madre del delincuente,
recuéstate en mi cama
y déjame curarte
hasta que la noche parta
y el sol nos encuentre ahí enredados.

Luna, principio de belleza,
esclava de los tiempos,
reina de mis sueños,
rompe ya el silencio
y grita que me amas.

Si apenas con el roce de tu pelo
siento el alma derretida
¿Qué será sentir tus besos?

Vengo a verte cada noche
y cada noche vuelvo solo.
Si la noche se me entrega por la piel
¿Por qué no pueden guardar un poco de ti mis ojos?

Voy dejándome un hueco en el pecho,
regalando el corazón a trozos
para que quede espacio abierto
a donde vengas a vivir, bello tesoro.


María


Hay Marías delicadas,
envueltas en tonos verdes
que encajan las garras
y que no hablan pero que bien aman.

Hay Marías sin rostro que aparecen
por la noche desafiando al viento,
a la distancia y al tiempo mismo
con el pájaro rebelde de su amor.

Hay Marías que se fuman,
que se marchan como el humo
y que una vez idas
se ve obligado a irse también
el que las despidió.

Marías más, Marías menos.
Siempre hay que saber qué tipo de María es,
si es una María carente de dulzura o es
la auténtica María.

Marías como nubes, las Marías del barrio
con final feliz.
Marías devotas o Marías por compromiso.
Marías de Tula y de Toluca.

Marías siempre vírgenes
a quienes nadie les cree nada pero
les prenden su veladora cada vez que el corazón
deja entrar una pequeña luz.



Hay un montón de Marías tristes,
abandonadas en la vejez,
recordando a aquél flaco del piano
que en Acapulco se enamoró y
más flaco que de costumbre se fue.

Hay Marías que simplemente son
Marías porque no tienen otra cosa qué hacer.
Así nacieron y sabrá Dios cómo han de morir.
Sin embargo, nacieron para ser
Marías bonitas, Marías del alma...

Veinticinco y un cuarto


Otra vez la cara sucia frente al espejo.
Este cuarto apesta, duermo entre montones de basura,
calcetines sucios, mis miedos, cerveza derramada y mi flojera.
Este cuarto tiene frío, vive de limosnas.

Han volado junto a mí mariposas de colores irrepetibles,
me han dejado abandonado en su capullo.
Corre el viento bajo un cielo desgarrado, amenazante sobre esta rama.

He dormido entre fantasmas transparentes que lloran por las noches
He despertado entre demonios encarnados batidos de furia, maldiciendo todo el día
Tragan almas, vomitan sobre la vida.

Vivo a ciegas como murciélago y bebo de mi propia herida.
Me enamoro de la luna y canto fuerte cuando estoy a solas.
Cumplo años no porque yo quiera
sino porque es una de las condiciones para seguir vivo.