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Bienvenidos a la noche vacía, diáfana como un sueño y pesada como el pecado... confusión entre vida y muerte
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sábado, 26 de noviembre de 2011

Veinticinco y un cuarto


Otra vez la cara sucia frente al espejo.
Este cuarto apesta, duermo entre montones de basura,
calcetines sucios, mis miedos, cerveza derramada y mi flojera.
Este cuarto tiene frío, vive de limosnas.

Han volado junto a mí mariposas de colores irrepetibles,
me han dejado abandonado en su capullo.
Corre el viento bajo un cielo desgarrado, amenazante sobre esta rama.

He dormido entre fantasmas transparentes que lloran por las noches
He despertado entre demonios encarnados batidos de furia, maldiciendo todo el día
Tragan almas, vomitan sobre la vida.

Vivo a ciegas como murciélago y bebo de mi propia herida.
Me enamoro de la luna y canto fuerte cuando estoy a solas.
Cumplo años no porque yo quiera
sino porque es una de las condiciones para seguir vivo.

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